Luis Brunati 1988
Óptica de análisis de este trabajo
Con la drogadependencia sucede algo similar a lo que ocurre con la ecología, la lucha contra el hambre o las campañas pacifistas y antinucleares. Hay una coincidencia plena y universal en el repudio a los síntomas, a los efectos. E incluso un consenso generalizado acerca de la necesidad de poner fin a estos males.
Gente de las más diversas concepciones ideológicas clases sociales, niveles de ilustración, credo religioso etc., coinciden y se solidarizan en la necesidad de luchar contra el “repudiable flagelo”. Tamaño universalismo frente a temas tan trascendentes y globales comparado con la diversidad de criterios existente en la sociedad acerca de problemas sustancialmente menores, genera la necesidad de analizar mas profundamente esta aparente paradoja.
Por un lado, el carácter global del consenso que despierta la lucha contra la drogádependencia, permite advertir: preocupación, rechazó y voluntad social, generalizados para enfrentar el problema.
Por otro lado, el hecho de que el tema concite la adhesión en la acción concreta de mujeres y hombres de las más diversas extracciones ideológicas o conceptuales; habla obviamente de la etapa incipiente en que se halla el análisis sobre el mismo:
Esta propuesta intenta profundizar en el análisis de la drogadependencia, desde una perspectiva social, razón por la cual encierra, en s( misma, una concepción ideológica que no se pretende evitar ni disimular.
Es por ello que no dudamos en definir a la drogadependencia en este caso, y no dudaríamos en hacerlo con el desequilibrio ecológico, el hambre en el mundo, el armamentismo, etc.; como “emergente de un sistema social en crisis”, para cuya resolución cada nación necesitará desarrollar e instrumentar las modificaciones sociales básicas capaces de revertir las condiciones que operan como caldo de cultivo del fenómeno que se desea combatir.
No es éste un trabajo en el que se intente dar respuesta asistencial o terapéutica a casos de drogadependencia ya instalados. Se trata en cambio de un aporte encuadrado en lo que suele denominarse prevención general. En tal sentido, esta dirigido a la enorme mayoría, que no padeciendo el problema en forma personal, se encuentra sin embargo inmerso en un medio en el que el boom de la drogadependencia hace necesaria una toma de posición crítica frente al tema, sus causas y consecuencias.
No existen soluciones individuales para los problemas sociales. Pretender resolver el drama de la drogadependencia desde una perspectiva asistencial, significa aceptar al problema en sí mismo, otorgarle una entidad institucional y, en cierto modo, disponerse a convivir con él. Abordar las conductas adictivas desde una concepción esencialmente terapéutica pone de manifiesto la voluntad de privilegiar la lucha contra los efectos en cambio de combatir las causas que lo originan.
Destinar recursos económicos en forma exclusiva a la recuperación de adictos, sin desarrollar una acción de fondo tendiente a profundizar el análisis sobre los orígenes de esta moderna forma de dependencia, significa intentar un cambio ya ensayado sin éxito por las sociedades mas desarrolladas del primer mundo, donde el progreso terapéutico no ha logrado desacelerar la fabricación de voluntades adictivas.
Algunas aclaraciones necesarias
El vocablo “estimulantes”, es utilizado en el curso de este trabajo como sinónimo de droga o sustancia, y no en el sentido que en farmacología o medicina se le asigna.
La referencia a la juventud como motor de los cambios sociales no intenta circunscribir las posibilidades de evolución social a una decisión estrictamente generacional. Pero no por ello se puede desconocer que, a pesar de la lógica heterogeneidad del “conjunto juventud”, desde un punto de vista antropológico, este se encuentra en inmejorables condiciones para protagonizar los cambios sociales positivos, en relación a otros conjuntos comparables.